La Iglesia Sueca – quienes somos?
Cerca de 7 millones de personas, o sea 70 % de la población en Suecia, pertenecen a la Iglesia Sueca. Las construcciones eclesiásticas, antiguas y nuevas, son testigos de la larga presencia en nuestro país de la fe cristiana. Desde el año 1593 la Iglesia Sueca es una iglesia evangélica y luterana. Evangélica debido a que su fundamento es el evangelio de la Biblia, o sea el relato sobre la vida, muerte y resurección de Jesús. Luterana porque surge de la Reforma del religioso alemán Martin Lutero que se inició en 1517.
Hasta el año 2000 la iglesia Sueca fue parte del estado y ha tenido un papel fundamental en la formación de este país y la sociedad con respecto a un sistema de bienestar y cuidado de todos los ciudadanos. La Iglesia Sueca es hoy una iglesia libre con su propia reglamentación eclesiástica pero mantiene una cooperación muy cercana con el estado sueco tanto en un trabajo social en Suecia como en un trabajo conjunto para el desarrollo internacional.
La Iglesia Sueca forma parte de la iglesia universal y tiene relaciones amplias y profundas con iglesias en todos los continentes. A través del trabajo internacional de misión y diaconía la Iglesia Sueca coopera en pro de la justicia, la igualdad y los derechos humanos, la paz, la reconciliación y del diálogo entre las confesiones religiosas y para un.desarrollo sustentable. Esto se realiza a través de proyectos y mediante el trabajo de incidencia con el fin de ser una voz social crítica.
Este trabajo se financia en gran medida con dinero recaudado en Suecia. Las donaciones de parroquias, donantes particulares y asociaciones sustentan gran parte del trabajo por un mundo más justo. Las subvenciones de la Agencia Sueca de Cooperación Internacional para el Desarrollo (Asdi) y de la Unión Europea representan otra parte importante de los ingresos. Las parroquias de la Iglesia Sueca son la base de la cooperación internacional: informan, brindan formación y recaudan dinero, por ejemplo, mediante colectas y actividades de beneficencia.
En Centroamérica, la Iglesia Sueca ha acompañado desde los años 1970 a los pueblos centroamericanos para aliviar los efectos de la pobreza y de las guerras civiles en primer lugar las de Guatemala y El Salvador. El trabajo ha sido de construir plataformas ecuménicas de resistencia y de educación popular en pro de los derechos humanos y un desarrollo comunitario sostenible. Otra meta ha sido fortalecer a las iglesias luteranas en la región para que puedan cumplir su servicio en una misión integral. La educación teológica y la reflexión bíblica han sido un área de cooperación muy importante ya que la Iglesia Sueca ha necesitado un intercambio de experiencias de fe y compromiso social y de incidencia política.